Es el primer domingo de otoño en Estados Unidos, la temperatura oscila entre ocho y once grados centígrados, el viento sopla fuerte, las hojas caen como dicen que cae el dinero en la tierra del “sueño americano”. El piso se llena de retazos de árbol. Empieza a llegar la gente, vienen con sillas, con abrigos, gorras. Ya hace frío, el único calor que se encuentra es junto a las ollas de las señoras que venden comida típica ecuatoriana. Hay parrilas donde hay “chuzos”. Humean las pailas donde se fríen las “salchipapas”, unas voces temblorosas ofrecen colada morada, es 3 de noviembre de 2019 y normalmente esa bebida abunda en las fiestas de independencia de Cuenca, acá abundan ganas de ver las semifinales.
Equipos Sub 40 se enfrentan en semifinales de la Copa Bridgeport. |
Los dos equipos coinciden en el uniforme. Camiseta del Deportivo Cuenca. |
“Patéale duro” “remata” “auxilio” “suelta balón” son algunas de las frases que se pueden escuchar durante los cotejos, los equipos llevan sus barras, los esposos apoyan a sus jugadoras y viceversa. Aún se comentan los resultados de la semana anterior y de los equipos eliminados del campeonato. Hay un premio de por medio y no necesariamente es lo económico sino ser reconocidos como los mejores de la ciudad en este deporte.
Carlos Lituma y Jaime Lituma son sobrino y tío quienes migraron hace más de veinte años al país del norte y ven allí una oportunidad de mantener la tradición deportiva del país y reunir a las familias ecuatorianas, de evitar que la juventud ingrese en el consumo de drogas, pero reconocen que han ido más allá porque han logrado involucrar a latinoamericanos dentro de este torneo de origen cien por ciento ecuatoriano.
En los límites rebasados al igual que las fronteras rotas dentro de este territorio y que convierten a la comunidad Latinoamericana en una sola encontramos a “Ecuamex” un equipo femenino que tiene la mitad de sus jugadoras ecuatorianas y la segunda mitad mexicanas, quienes han logrado entender y adaptarse a esta modalidad de juego y sobre todo disfrutar del mismo.
Juan Zhispón decidió reunir un grupo de amigas de estos dos países del continente americano para participar por primera vez en la Copa Bridgeport como se denomina el campeonato que se va desarrollando por cuarta temporada consecutiva. Las jugadoras decidieron bautizar al equipo con ese nombre para agrupar las dos nacionalidades, y ella mismas escogieron los colores de la camiseta con el que participarían del torneo. Jugaron hasta octavos de final.
“No suba mucho la defensa” “no se enojen” “dispara” son los términos que predominan en los partidos femeninos. Estos equipos participan en menor cantidad son un total de ocho inscritos en la última temporada y es categoría libre por lo que se puede ver a niños haciendo barras a sus madres, y madres haciendo barra a sus hijas e incluso madres e hijas jugando en el mismo equipo o de rivales.
Amazonas vs Latin Kings juegan la semifinal. Amazonas gana. |
Son las dos de la tarde y toda el perímetro de la cancha se llena de gente, un aproximado de doscientas personas empiezan a hacer barra, a gritar, llega el partido esperado. “Este debía ser la final” “estos son los dos mejores equipos” “bueno la tabla nos jugó mala pasada” “cualquiera de los dos equipos que pasen del siguiente juego, no es rival para el que gane aquí” son los murmullos de los espectadores. La gente empieza a sacar sus celulares, compran comida, café, se sientan, se paran, comen gritan.
Juega Bridgeport Star, un equipo creado hace más de quince años, por Fernando Villa quien tiene más de veinte años en el país del norte, y reunió en esa época a su familia para crear el equipo que participa en diferentes torneos.
Entre toda la multitud saltan a la cancha los dos equipos, el otro es Manchester de Bridgeport quienes dominan la técnica y la velocidad conjugada con la juventud de sus jugadores.
El partido empieza todos ponen atención a los “disparos” de Israel Arichávala cuencano de 26 años que migró hace aproximadamente dos años, fue campeón y goleador con Carlos Tosi en el “Mundialito de los Pobres” en el 2016, y ahora juega con Bridgeport Star. El nivel de competición es alto, exigente. Hay piruetas, remates al arco de gran calidad, dominio, y un gran desplazamiento de los arqueros. Gana el equipo de Israel, se abrazan entre compañeros y quedan pendientes del siguiente partido, de allí saldrá su rival para la final que se jugará el domingo 9 de noviembre por allí en un rincón de la salida 26 junto a las rieles del tren.
Jugadora de "Amazonas" sacando desde el arco. |
Los arcos son tejidos por artesanos residentes en Bridgeport, Connecticut. |
Texto, fotografía y producción de Jessica Pesantez Berrezueta.