lunes, 10 de diciembre de 2012

MITOS Y LEYENDAS EN UN PUEBLO CON MUCHA HISTORIA


Los gagones, la leyenda de la Huaca o las Lagunas Encantadas en el cerro del Cabogana, son unas cuantas de las muchas leyendas que hasta hace no mucho reposaban en la memoria colectiva de San Miguel de Putuzhí.

-¿Los gagones?- ¿Que si los conozco? -Por su puesto que los conozco. Bueno, yo no, porque ni esposo tengo, que voy a conocer de infidelidad. Verá; Los Gagones son pequeños animalitos, bueno perritos blancos que se paseaban por allá arriba al lado de la casa de la vecina Mónica, cerquita de la quebrada que había antes en el Sector de la Cuatro esquinas, asevera quien sera nuestra historiadora, con una sornisa seria mientras apunta con su cabeza hacia la izquierda.  Oiga allí los gagones salían por la noche, justo en la parte mas honda de la quebrada, era muy fácil de verlos, ya que aparecían seguido, eso pasaba cuando alguien estaba siendo infiel, pero últimamente ya no vienen porque como el mundo anda tan mal, usted me entiende, ya Los Gagones se quedan en el centro nomas porque no se alcanzan con la gente que comete adulterio allá, entonces ya ni como para que vengan acá” nos contaba la ¨Srta. Teresa¨, o  más conocida como “La doña Coca”.

Teresa Payana es una habitante del barrio San Miguel de Putuzhí, quien tiene su casa en la zoa centrica de esta pequeña comunidad, hecho por el cual ella es conoccedora de la historia de este pueblo rural, de la misma manera que conoce los mitos y leyendas de la zona. 

Entre sus relatos incluye que  ella es una leyenda, y que quizá algún día llegará a convertirse en uno mas de los realtos miticos y fantasiosos de la zona, puesto que a mas de sus 70 años de edad, ella es soltera, y dice nunca tuvo interés por tener una pareja amorosa, y ese fue el motivo por el cual la bautizaron como ¨La Doña Coca¨.

Teresa Payana, habitante de San Miguel, mientras se dirige a su casa; considerada Patrimonio Cultural de Cuenca.


La leyenda de "La Huaca" es otro particular relato de este barrio, al igual que en otros  de la ciudad de Cuenca, pero en la parroquia Sayausi y en este pedacito de territorio es muy particular. Se dice que en una piedra que la bautizaron con el nombre de “La Mama Huaca”, hace muchos años- los cuales no pueden contabilizar desde las generaciones que ha ido pasando el relato-, estaba en cuclillas una madre, con su hija cargada a la espalda con la clasica ¨chalina ¨ (parte de la vestimenta de la chola cuencana), y mientras cortaba hierba, salieron de la piedra unas manos que acariciaron el rostro de la niña,  ante la mirada sorprendida, una inmovilidad inducida, y el asombro  de la madre, aquellas manos se llevaron a la infante dentro de la piedra. 

Desde ese entonces,  se dice que las personas que transiten por allí escuchan en la noche el llanto tierno de un bebé y las voces de la niña que juguetean con alguien dentro de la piedra. 




Foto tomada de internet, para citar un ejemplo de la casa de adobe, puesto que la de la leyenda es propiedad privada y no se puede acceder a ella



Esta leyenda recorre por el barrio y toda la parroquia, aunque hay quienes afirman que sus orígenes son exactamente del Sector Marianza, que se encuentra al norte de la parroquia Sayausi, sobre la via a El Cajas, donde hay una casa de adobe perdida entre la vegetación, junto a la majestuosa piedra de “La Mama Huaca”, a donde apuntan estos los hechos de este relato.

Ahora la Srta. Teresa, como prefiere que la llamen, nos invita a  navegar en las ¨Lagunas Encantadas¨, caminando desde el Barrio San Miguel de Putuzhí un promedio de seis a ocho horas, (depende de la velocidad y paradas que tome el caminate),  sin antes pasar por la zona boscosa y presenciar hermosos paisajes, llegamos al pajonal en la parte mas alta, donde  encontramos las ¨Lagunas Encantadas¨,  el lugar  de las leyendas igual de encantadoras.

¨Verá, aqui hay muchos jovenes que les encanta ir a pescar, y también hay quienes vienen del centro. porque esta es la zona de acceso para las lagunas de El Cabogana, y también se van por Racar, pero como por allá es mas vuelta, prefieren irse por acᨠAsevera Teresa. 

La gente que asciende con la intencion de pescar,  hacia El Cabogana, y el complejo de las lagunas que se encuentran en este cerro, y en el extenso Parque Nacional El Cajas, inician su ascenso por la tarde, cerca del anochecer para llegar a la cúspide a la media noche, e inicar con la pesca, porque consideran que es el mejor momento para conseguir mayor cantidad de truchas, pez tradicional del Páramo Andino y las zonas frías de la Sierra ecuatoriana.
Foto Cortesía: Mauro Pesantez

¨Se dice que aquellos jóvenes que duermen en las orillas de la laguna son “comidos” por la misma, o que si acampan demasiado cerca ven a la figura del diablo en la mitad de la laguna, oiga este personaje sale con cadenas y sobre un caballo también encadenado, y así se escucha y se ve clarito como la silueta del demonio arrastra las cadenas mientras relincha su caballo, se para en dos patas y se lleva a los pescadores que están a la orilla hasta el fondo de la laguna y nunca más se les ve, entonces es mentira cuando sale en las noticias que se han perdido en el camino o en el Pajonal de  El Cajas, la verdad es que se les lleva el diablo de las lagunas que están encantadas, pero eso dicen nomas oiga, porque yo la verdad no he visto, o sino no estuviese aquí contando esta historia¨.

Fotos Cortesía: Mauro Pesantez

Sin embargo como se explica en el artículo, hay quienes no les temen a las leyendas y se aventuran a ir de pesca a las lagunas y lo hacen por el dia o incluso por la noche.


Así Teresa concluye sus realtos con las leyendas y mitos ms sonados en su barrio, mientras suspira, sonríe y con una peculiar empatía, nos ha llevado a conoer  el mito y la leyenda dentro de un barrio y una parroquia que tienen historia, historia propia.

Foto: Internet





lunes, 3 de diciembre de 2012

MINGAS COMUNITARIAS: Trabajo y Tradición




Las mingas comunitarias, son una tradición muy poco común en la actualidad, solamente en sectores rurales podemos observar la unión de la gente, que con palas, picos, y todo tipo de herramientas sale a trabajar en conjunto para mejorar la comunidad.

Eran las seis de la mañana y “La Doña Coca” convocaba mediante un “anuncio comunitario” a una minga para mejorar el estado de la vía en un sector del barrio San Miguel,  el anuncio se repitió por varias ocasiones hasta las 7:30 de la mañana, pues ya no era necesario llamar más a la gente porque, grandes y chicos, jóvenes y adultos, solteros y casados, hombres  y mujeres, buscaron su herramienta y salieron  a trabajar a pesar que era un día sábado.
Las Mingas son prácticas muy tradicionales, de trabajo comunitario donde se busca un bien común y colectivo.

Las mingas en este barrio han sido innumerables y cientos como las que se realizaban todos los fines de semana, durante dos años, para canalizar un proyecto de agua entubada, o las que se han aportado en la construcción del alcantarillado, o las que se realizan en la plazoleta central, para la limpieza de todo el patrimonio, o las que se realizan en la escuela con los padres de familia y los niños para mantener los espacios verdes, o las que los niños del catecismo son participes. Las mingas son parte ya de la vida en comunidad de este barrio.
Mientras los adultos trabajan, los niños tampoco se quedan en casa, ellos con sus madres preparan algún tipo de bebida, por lo general jugo de frutas y se lo ofrecen a las personas que sin importar el clima, trabajan por su comunidad. A veces en pleno verano bajo la intensidad del sol que se asienta sobre San Miguel y  en otras en lluvia, eso no importa, lo que importa es terminar con “el día de trabajo” y saber que se ha contribuido con algo para mejorar el barrio.

En fin las mingas son experiencias de trabajo, pero en esta comunidad; minga es expresión de constancia, de colectividad, de trabajo, de solidaridad, de amistad y sobre todo de tradición.
Como adicional, quizá en estas cuatro primeras publicaciones me he centrado mucho en este barrio, lo hago porque simplemente, este barrio es y tiene una de las más grandes manifestaciones rurales de Cuenca. Y este barrio da para seguir hablando de todo tipo de tradición y cultura que de cierta manera en este lugar han sobrevivido gracias a las prácticas de sus habitantes.